La escritura es una de las funciones fundamentales dentro del proceso de aprendizaje, permite el desarrollo del pensamiento y funciones mentales superiores, como la atención y memoria, así como el desarrollo y la madurez motriz, el control de los músculo de la mano y visual y la coordinación fina.

El desarrollo de las habilidades motrices, como la escritura, favorece también a la independencia y seguridad emocional del niño.

La detección temprana de problemas de escritura permite corregirlos a tiempo para que no interfieran en el proceso de aprendizaje formal.

Dichas dificultades pueden consistir en una mala toma de lápiz, formación inadecuada de las letras, mala direccionalidad y pobre manejo del espacio (no respetan el renglón).

Otras señales de alerta

  • Confunde letras
  • Se come las letras
  • Su letra es fea
  • Se cansa al escribir
  • Agarra mal el lápiz
  • Presiona mucho el lápiz
  • Junta mucho las letras

¡Atención padres a estas señales! La intervención oportuna mediante un sencillo test de descarte que es realizado por el terapeuta ocupacional, puede prevenir a los padres dificultades posteriores.