Lic. en Educación Especial, Angie Cerrón Palomino. Segunda especialidad en Audición, Lenguaje y Aprendizaje
Un bebé nace con todas las potencialidades genéticas apropiadas para el desarrollo evolutivo de la comunicación verbal. Las interacciones sociales y/o familiares, sumadas al vínculo afectivo que se forma con ellos, son un prerrequisito indispensable para la adecuada implementación del lenguaje. En los dos primeros años de vida, los factores ambientales figuran como los más determinantes en pro del desarrollo lingüístico infantil. Después, son los factores genéticos quienes pasan a desempeñar un rol más preponderante.
De evidenciarse problemas en el desarrollo del lenguaje, un diagnóstico oportuno del trastorno es un punto relevante en casi la totalidad de los estudios al respecto. Es necesario remarcar que hay estudios que relacionan los trastornos en el lenguaje durante la temprana infancia con futuros trastornos psiquiátricos y problemas de adaptación social.
Los problemas en la adquisición del lenguaje son materia de permanente estudio, pero lamentablemente con escasas conclusiones globales y posibles de generalizar en la población infantil. A todo lo anterior se agregan la variabilidad individual en cada niño, las diversas formas de evaluación en el lenguaje y el hecho que en el desarrollo evolutivo participa una compleja red de factores genéticos y ambientales.
Los trastornos del lenguaje se presentan en forma expresiva y receptiva (comprensiva). También en ambas formas a la vez. Dichas alteraciones se presentan de manera inesperada, son persistentes y que afectan a niños menores de 5 años (tiempo de máxima capacidad adquisitiva del lenguaje) sin afectación en la inteligencia (debe ser normal), sin dificultades sensoriales (auditivas), sin un problema médico determinado (trastornos diversos del aprendizaje, autismo…). Se conoce que estos problemas afectan al 5-8% de los preescolares, que tienen alto riesgo genético e influencia ambiental, y que condicionan problemas de integración psicosocial.
Este resumen tiene por fin comentar el análisis de las variables ambientales y genéticas que se han investigado hasta la actualidad, para así comprender mejor las causas de los Trastornos Específicos del Lenguaje (TEL) y crear nuevas evidencias que faciliten la elaboración de sistemas de detección precoz de estos trastornos.
En el estudio de las variables ambientales relacionadas con el peor desarrollo en el lenguaje infantil están: el sexo masculino, un nivel educativo materno bajo, antecedentes familiares de problemas en el lenguaje o problemas psiquiátricos, los problemas perinatales y los problemas de salud en la infancia. El bilingüismo parece ser un factor protector. El temperamento y el lenguaje tienen relación.
Asimismo, en el estudio de los factores genéticos existen ya varios genes específicos asociados con el lenguaje, dos de ellos con una influencia mayor en su adquisición fisiológica: FOXP2 y CNTNAP2. Los otros genes más relacionados con TEL son: ATP2C2, CMIP, ROBO2, ZNF277 y NOP9. Por tanto, el estudio de los TEL es muy complejo porque en todo su desarrollo se ven involucrados múltiples factores ambientales y genéticos.
Los estudios son muy diversos, no llegan a integrar toda la variabilidad factorial que parecen contribuir a la evolución y el aprendizaje correcto del lenguaje humano, lo que dificulta obtener conclusiones globales explícitas. Por otro lado, la actividad y la integración de la complejidad genética que sostienen los procesos de adquisición del lenguaje no se conocen en su totalidad. Se requieren de nuevos estudios que integren con mayor minuciosidad los aspectos genéticos y ambientales, asimismo faciliten la obtención de conclusiones claras sobre factores de riesgo en el desarrollo de trastornos específicos del lenguaje. Es decir, el punto central para poder comprender el desarrollo de los trastornos específicos del lenguaje subyace en llegar al entendimiento del real papel que tienen los genes en relación constante con el ambiente.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Moriano, A., Colomer, J., Sanjuán, J. y Carot, J. (2017). Variables ambientales y genéticas relacionadas con alteraciones en la adquisición del lenguaje en la infancia (Revisión). Revista de Neurología; 64 (1): 31-37. https://doi.org/10.33588/rn.6401.2016024
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