Estamos en pleno inicio escolar y aparecen las consultas sobre cómo manejar el llanto de los más pequeños al momento de dejarlos en el nido o escuela. Lágrimas en el rostro de los niños y angustia en la de los padres que van a dejar a sus niños a las aulas, son escenas comunes en esta temporada.
Cada niño enfrenta el alejamiento de su entorno de diferente forma, todo depende de su temperamento y experiencia previa de afrontamiento a diferentes ambientes sociales que haya tenido.
Si es hijo único que nunca se ha separado de sus padres o cuidadores, es muy probable que le resulte más difícil quedarse sin ellos en un ambiente nuevo.
El llanto de los niños es causado por el temor que les genera quedarse solos en un ambiente nuevo y con personas a las que ve por primera vez. Incluso este temor aparece a pesar de haber hablado con entusiasmo a dónde irán y con quién se quedarán días antes del acontecimiento.
Recomendaciones:
Los padres deben de guardar la calma en ese momento, transmitiendo al niño confianza y seguridad, diciéndoles que lo irán a recoger más tarde. No es aconsejable que el padre regrese al niño a casa, ya que estos días de llanto se pueden prolongar más allá de la primera semana, que es el tiempo esperado para la adaptación del niño al centro, claro que con pequeñas recaídas después de los fines de semana. Si el llanto se vuelve intenso, se debe calmar al niño con serenidad, acompañarlo sólo por unos cuantos minutos.
Antes del primer día de clases, los padres deben hablar con el niño, hablarle de las actividades que realizarán y los nuevos amigos que tendrán. También es conveniente visitar con el niño el colegio antes del inicio de clases para que este conozca el nuevo ambiente y no sea del todo desconocido. De la misma forma, es importante que el niño colabore con la preparación de los materiales que llevará. Llegado del día esperado, los padres deben de mostrarse tranquilos, decirle a los pequeños que en el colegio la profesora los cuidará y que tendrá nuevos amiguitos con los que podrá jugar.
Terminada esta primera jornada, preguntarle al niño cómo le fue, con quién jugó, qué actividades realizó, etc. Es decir, interésese por cómo ha transcurrido su día. Recuerde reforzar positivamente sus logros, manteniendo una actitud también positiva cada vez que toquen el tema del colegio.
Deje su comentario